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Hacía tiempo que esperaba poder acceder a este tu nuevo
blog, Amary. Gracias por volverme a dar la url.
Este magistral articulo del Fauvismo me ha
ayudado a entender mejor los orígenes del vanguardismo y demostrado
con tus líneas [...] que muchos posimpresionistas y fauvistas ya practicaban la
holopintura.
[...], dando exclusivo protagonismo a los
colores primarios y a aquellas mezclas luminosas, para crear así un mayor
énfasis expresivo en el cromatismo de las atmósferas de sus obras; tonos que
hábilmente armonizan con dinámicas y vigorosas pinceladas gruesas, provocando
sobre la superficie de los soportes de las obras, una atractiva y elegante
texturación.
Maurice de Vlaminck (París 1876-1958)
Maurice de Vlaminck (París 1876-1958)
Pintor francés, fundamentalmente paisajista,
fue uno de los maestros del fauvismo. Fue ciclista de competición y trabajaba
como violinista.
Debido a una enfermedad (fiebre tifoidea)
abandonará el ciclismo y tras entrar en el ejército y conocer a André Derain,
se convence de que quizá su futuro esté en la pintura. Se consideraba
autodidacta y se sentía orgulloso de no haber pisado el Louvre. Atacó los principios
de la pintura académica. Después de 1900 compartió un estudio con su amigo
André Derain durante un corto periodo de tiempo; ambos formaron parte del grupo
que expuso en el Salón de Otoño de 1905 y que se conocería como los fauves
(fieras salvajes), movimiento del que formaba parte junto a Henri Matisse,
André Derain, Raoul Dufy
La obra de Vlaminck está muy influida por el
colorido y la pincelada de Vincent van Gogh, sobre cuya obra se había mostrado
una retrospectiva en París en 1901. Sus obras fauvistas producen brillantes
contrastes cromáticos, realizadas con pigmentos puros e intensos, como es el
caso de Árboles rojos (1906). Pintaba las flores como manchas en la
pintura, las figuras con grandes empastes como En el Mostrador 1906, representa una prostituta probablemente
alcohólica con un vaso de vino tras la barra de un bar. Sobre la cabeza de la
dama gruesas pinceladas empastadas
conforman y modelan el pelo. Se vuelven más suaves en color y composición, como
se refleja en La casa del pintor en Valmondois (1920) y El camino de
la aldea (1935).
Tomado del libro: Principios De Color y Holopintura (Capitulo X), próxima publicación.